Teatro Lavalleja
El 8 de diciembre de 1909 fue inaugurado
oficialmente el Teatro Lavalleja, levantado por la Unión Católica
del Uruguay, en un intenso esfuerzo, como homenaje a la Virgen.
Músicos, poetas y escritores arribaron expresamente de Montevideo a
protagonizar el hecho. El austero frente, la recia y armoniosa
fábrica y su ladrillo desnudo, amanecieron embanderados, como
proclamando la primicia.
La habilitación de esta importante sala significó un acontecimiento que trascendió el lugar y representó el triunfo de un animoso grupo de vecinos que entregó a la comunidad un noble y militante instrumento cultural. Triunfo, sobre todo, del arquitecto Buigas y Monravá, catalán talentoso, que concibió y dirigió la obra.
El proyectista contaba en su haber la idea y realización del monumento a Colón, mediante concurso, erigido en la ciudad de Barcelona. Dificultades económicas que trabaron la acción creadora del Comité Departamental de la Acción Católica del Uruguay, encogieron en algo el proyecto del arquitecto español. La platea achicada, suprimida la bandeja de los palcos avant scena, la boca del escenario disminuida. La ciudad de Minas amaneció el 8 de diciembre de 1909 de fiesta. La obra que se inauguraba justificó ese estado espiritual. El Teatro Lavalleja entró así al servicio de la sociedad, convertido en motor de nuestra cultura popular.
La reapertura
Fueron muchos años, quizá demasiados años de abandono, de dejar venirse al suelo una obra que era y sigue siendo, felizmente, orgullo de la cultura nacional, orgullo de Minas.
Finalmente, cuando estuvo varias veces por ser demolido, a punto de desaparecer para dar paso a una torre de apartamentos, la perseverancia de mucha gente, incluyendo el periodismo, y sobre todo el significado -que venía del fondo del tiempo- que encerraba el Lavalleja, pudo más.
Fue cuando el Intendente Municipal de entonces, Esc. Librán Bonino y el Arq. Carlos Fabini llegaron a la conclusión de que se podía.
El 24 de agosto de 1989, al levantarse nuevamente el telón, todo el mundo comprobó que se había podido vencer a la negligencia y al olvido.
Comunícate con nosotros mediante nuestro Facebook: Teatro Lavalleja
La habilitación de esta importante sala significó un acontecimiento que trascendió el lugar y representó el triunfo de un animoso grupo de vecinos que entregó a la comunidad un noble y militante instrumento cultural. Triunfo, sobre todo, del arquitecto Buigas y Monravá, catalán talentoso, que concibió y dirigió la obra.
El proyectista contaba en su haber la idea y realización del monumento a Colón, mediante concurso, erigido en la ciudad de Barcelona. Dificultades económicas que trabaron la acción creadora del Comité Departamental de la Acción Católica del Uruguay, encogieron en algo el proyecto del arquitecto español. La platea achicada, suprimida la bandeja de los palcos avant scena, la boca del escenario disminuida. La ciudad de Minas amaneció el 8 de diciembre de 1909 de fiesta. La obra que se inauguraba justificó ese estado espiritual. El Teatro Lavalleja entró así al servicio de la sociedad, convertido en motor de nuestra cultura popular.
La reapertura
Fueron muchos años, quizá demasiados años de abandono, de dejar venirse al suelo una obra que era y sigue siendo, felizmente, orgullo de la cultura nacional, orgullo de Minas.
Finalmente, cuando estuvo varias veces por ser demolido, a punto de desaparecer para dar paso a una torre de apartamentos, la perseverancia de mucha gente, incluyendo el periodismo, y sobre todo el significado -que venía del fondo del tiempo- que encerraba el Lavalleja, pudo más.
Fue cuando el Intendente Municipal de entonces, Esc. Librán Bonino y el Arq. Carlos Fabini llegaron a la conclusión de que se podía.
El 24 de agosto de 1989, al levantarse nuevamente el telón, todo el mundo comprobó que se había podido vencer a la negligencia y al olvido.
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